martes, 10 de julio de 2012

|Fabula de Don Quijote:

Llego a esta tierra Don Quijote
apresurado de el pensaba que
hacia  en el mundo su tardanza,
tales eran los agravios que pensaba deshacer,
tuertos que enderezar, sinrazones que enmendar 
y abusos que mejorar.
Y así, diviso no lejos una venta, 
que fue como si un castillo,
tres con chapiteles y una de ellas en forma de cubo.


Asombrase Don Quijote de la osadía
de aquella torre cubica, 
pues sabido era que las leyes de caballería impedía tales atrocidades,
en la fachada de los nobles castillos,
hablo Don Quijote con el noble posadero del castillo,
advirtiéndole de la atrocidad de su torre,
quien no dudo en cerrarle la puerta en sus narices
tras albertirle que era finalidad de aquella torre hacer de granero y despensa.
Escribió Don Quijote una carta al rey
 que contestaron el cura y el barbero siguiéndole el juego,
 sentenciado que tal injusticia no devenir de ser permitida,
 y que se paciera fin a tan tremendo agravio contra el bien del reino.
Así lo acato Don Quijote, que con ayuda de un poco de aceite
prendió fuego a la desdiducha torre quemando 
el conjunto del castillo. 


Posadero, posadero, huéspedes y demás buenas gentes 
de la venta y del pueblo en el que se hallaba 
no dudaron en perseguir a Don Quijote,
quien de esta aventura no salí no bien parado,
sino mas mallugado de aclamado.       

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